Maus, monumental obra de Art Spiegelman

Aprovechando el fin de semana largo, realicé una tarea que tenía pendiente desde hace algunos meses, releer “Maus”, la genial obra de Art Spiegelman. La primera vez que leí esta obra fue con cierto apuro, y es que era prestadita y por un corto, cortísimo tiempo. Sin embargo en esta oportunidad aprovechando que tenía los dos tomos a tiempo completo y al no salir de Lima, lo mejor que podía hacer después de compartir con mi novia y mi familia era leer “Maus”.

Qué decir de “Maus” que no se haya dicho, muy poco la vedad. Tenemos una columna escrita por Giancarlo Román en la columna Comics.21 del diario Peru.21 y un post muy interesante escrito en el blog del comercio Universo Comic. Sin embargo, sentí la necesidad de escribir esto porque la sensación que me ha dejado esta monumental obra es abrumadora.

Maus sorprende por el hecho de ser una novela gráfica en clave de biografía, que combina la historia de Art Spiegelman en su periplo por escribir las vivencias de su padre como judío en la época de la Segunda Guerra Mundial, y la historia de Vladek (padre de Art) propiamente dicha. La genialidad y diferencia de otras obras biográficas es cómo Spiegelman combina ambos tiempos, es así que lo vemos en algunas viñetas escribiendo partes que ya hemos leído o dibujando viñetas que ya hemos pasado, sin lugar a dudas una narración original.

“Maus: Relato de un Superviviente” (nombre completo de la obra), ha trascendido el mundo del comic, y es que esta genial obra no solo es representativa del noveno arte, no, como yo lo veo, Maus es un trabajo periodístico de gran calidad, tal vez uno de los mejores trabajos periodísticos sobre el holocausto, graficando de manera excepcional cada personaje, cada vivencia, con diálogos realmente sorprendentes y descripciones que rompen esquemas, incluyéndose algunas fotografías y dibujos que precisan lo que se está hablando. Por estas características, sin lugar a dudas, el premio Pulitzer recibido en el año 1992 es más que merecido.

Lo importante de este relato, novela gráfica o trabajo periodístico (como queramos llamarlo, todas estas clasificaciones caen bien), es la manera en la que a través de dibujos que no son muy detallistas, en blanco y negro y la representación de los personajes mediante animales antropomórficos, Spiegelman nos haga sentir el dolor, las penurias, la ansiedad, el odio y las frustraciones que siente cada personaje de esta obra. Es una obra que no tiene pelos en la lengua, que narra los hecho contados directamente por un superviviente que pudo haber exagerado, minimizado u obviado algunos detalles tal vez, eso nunca lo sabremos, pero lo que si nos queda claro, o por lo menos es lo que yo pienso, es que todo lo que Vladek le contó a su hijo están en esta obra.

Ahora siento la necesidad de que muchísima más gente debe leer esta obra, que es pertinente hacerla conocida, definitivamente es el mejor comic que he leído. Combina elementos tan dispares como el drama, la acción y el amor, de una manera lógica, y a través de un medio tan rico como es el comic, que puede seducir a cualquiera. No he querido ahondar mucho en la trama, porque preferiría que cada uno de los que se aventure a leerla vaya descubriéndolo (además ya bastante se ha dicho al respecto), basta saber con lo ya mencionado, es la historia del padre de Art Spiegelman, Vladek Spiegelman, sobreviviente del holocausto judío, una historia que, valga la redundancia, empieza desde el principio, no solo está centrada en cómo era la vida en un campo de concentración, no, es una historia realmente completa, una historia bella, sin parangón en el mundo del comic.