¿Lobo dónde estás?

Incluso un hombre que es puro de corazón
Y reza por las noches
Puede convertirse en un lobo cuando la belladona florece
Y la luna de otoño brille

Estos son los versos con los que inicia la película El Hombre Lobo (The Wolf Man), estrenada en 1941 por Universal Studios y que representó grandes ingresos para esta. Caso curioso es que su estreno se llevó a cabo algunos días después del bombardeo de Pearl Harbor.

Yo soy fanático de las películas de terror, pero de las verdaderas películas de terror, las que dan miedo, no risa. O sea, la galería de películas de terror que ha desfilado últimamente por el cine me parecen realmente un fiasco, exceptuando claro, las películas de terror asiáticas, que tienen elementos realmente sorprendentes, una técnica excepcional y un manejo del miedo como nunca antes se ha visto, no mejor al tratamiento de las películas occidentales sino diferente. Para mí, películas tales como Destino Final, Scream, Sé lo que hiciste el verano pasado, Jason, Freddy Kruger y Chucky, son simplemente remedos de lo que realmente es una película de miedo, como dije antes, algunas escenas no dan miedo, por el contrario, te roban carcajadas.

Después de este preámbulo, en el que he querido dejar algunas ideas en claro, pasaré a lo que este post tiene por finalidad. Durante febrero, se estrenó en Lima la película el Hombre Lobo, cuyo protagonista es Benicio Del Toro. Sin ninguna motivación, además del tráiler, me dispuse a verla. Ya en plena proyección, grata fue mi sorpresa al comprobar que la película se trataba de un remake de la película de 1941, hecho comprobado por los nombres de los personajes y principalmente por el maquillaje utilizado para la transformación del Hombre Lobo, muy parecida a la utilizada en el film de los 40`s. No diré que la película es lo mejor del cine de terror en los últimos diez años, pero de hecho se puede ubicar entre las diez mejores, sobre todo por el tratamiento que se le ha dado. Se han utilizado tomas del cine de terror clásico como Nosferatu, Drácula y Frankestein, por ejemplo, la sombra del monstruo avanzando por una pared, o tomas en close-up a los rostros de los personajes que muestran el terror o la incertidumbre.

Esta nueva película del Hombre lobo, se aleja de las películas relacionadas a este monstruo en los últimos tiempos, como un Hombre Lobo en Londres (película de 1981), Aullidos o Lobo (película de 1994 con la participación de Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer), se aleja tanto que adapta a la tecnología actual la película más representativa del género del hombre lobo. De hecho El Hombre Lobo, no es la primera película sobre estos seres, pero sin embargo, es la que fijo en el imaginario universal las ideas de que la licantropía es contagiada por un mordisco y que los hombres lobos son inmunes a todo menos a las balas de plata.

En fin, si son fanáticos de las películas de terror, sobre todo de las antiguas, aquellas en blanco y negro, no pueden perderse El Hombre Lobo, es un buen homenaje a estas añejas producciones del miedo.